lunes, 23 de abril de 2018

Thimbleweed Park, la aventura gráfica que siempre quise jugar


Hace muchos años que las aventuras gráficas tuvieron su época dorada tras la cual fueron desapareciendo poco a poco. Fue coincidiendo con los gráficos 3D, el auge de los FPS y demás. Las aventuras gráficas eran entonces 2D y los tímidos intentos en 3D como Grim Fandango requerían mucho esfuerzo que entiendo que sería difícil de amortizar.



El caso es que el género quedó aparcado, saliendo alguna de vez en cuando hasta que estalló el tema indie, en el que los píxeles y los gráficos 2D dejaron de ser algo proscrito. Muchos queríamos que volviese Ron Gilbert, que hiciese un Monkey Island o un Maniac Mansion, que eran los juegos que más nos gustaban a muchos en la época, pero con algo nuevo que contar. Para ser justos, nunca se fue, pero se dedicó a otro tipo de juegos menos populares aún.

Volviendo a las aventuras gráficas, finalmente se animó a hacer una y creó su Kickstarter. Cuando lo vimos, era prácticamente un Maniac Mansion con dos protagonistas que parecían caricaturas de Fox Mulder y Dana Scully de Expediente X. Empezaban bien, muy bien. Un ataque directo a la nostalgia, fríamente calculado y con una clara intención. Enamoraba a primera vista, si bien pensé que gráficos modernos le habrían sentado mejor. Lo cierto es que no los eché en falta para nada, pues al fin y al cabo estaba jugando a un Maniac Mansion moderno.

Tiene un gran nivel de detalle pese a su estilo pixelado.

El humor de Ron Gilbert, ese que nos hacía perder minutos con un único diálogo absurdo sobre si los roedores roen robles sólo para ver hasta dónde llegaba la madriguera de conejo, ha vuelto. Puedes perder el tiempo bebiendo en las fuentes con varios sonidos, tener largas caminatas que no llevan a ninguna parte y en las opciones incluso puedes elegir si el papel higiénico estará hacia adentro o hacia afuera en la aventura gráfica. No es un humor que te haga caerte de la silla a carcajadas, pero sí uno hilarante que te mantendrá con la sonrisilla todo el tiempo.

Este tipo de juegos son para su público. El otro día hice una barbacoa y el hijo de unos amigos me vio jugando a esta cosa. Quería reírse del juego al ver la primera pantalla, pero como me respeta y está bien educado, se aguantó. El caso es que traté de explicarle el funcionamiento y él no era capaz de hacer nada en el juego ni de encontrar la diversión en el mismo. Así pues, me quedó claro que las nuevas generaciones no jugarán a este tipo de juegos. Puede que con grandes gráficos, pero entonces no tendrían rentabilidad alguna cuando tienen ya poco público.

En cuanto al juego en sí, volvemos al sistema SCUMM Bar, pero sin estar Lucas Arts Disney detrás. Tenemos los grandes botones de texto para elegir cada acción, un cajón con el inventario y un cursor para clicarlos a todos. Después de este sistema se pasó a otros que permitían ver toda la pantalla como en Full Throttle, que ya existían en las de Sierra años antes, pero la verdad es que a mí siempre me resultaron menos prácticos que el SCUMM, si bien se podrían eliminar/agrupar verbos que luego sólo se una vez como los típicos de "tirar, empujar y usar" o "abrir y cerrar", pero es un sistema que resulta claro y muy práctico.
Medio pueblo está cerrado como esa casa.

Lo jugué directamente en difícil porque pensaba pasármelo una vez ahora y no sabía cuándo lo volvería a jugar, por lo que no quise perderme nada. He de decir que me resultó bastante sencillo salvo un par de veces que me atasqué, como es habitual en el género. Tras usar cada cosa con todo lo habido y por haber en los escenarios y el inventario, terminé retornando el casco sin desvelaros gran cosa de ese puzle. Ahora está en desuso, al menos por aquí, pero resulta que en los 80 era habitual devolver la botella de cristal para obtener un reembolso. Así se aprovechaba el envase de nuevo. Pues el juego está tan ambientado en los 80 que hasta ese tipo de cosas están metidas en los puzles. En cualquier caso, es bastante más fácil que Maniac Mansion o DotT por ejemplo.

Respecto al tema técnico, los gráficos son retro/pixelados sólo por nostalgia. Le quedan bien, la verdad. Son gráficos bastante buenos. Más de lo que parecen a primera vista. Tienen animaciones que en los 80 se habrían ahorrado por temas de espacio, potencia y presupuesto. Del mismo modo tiene doblados todos los diálogos, eso sí, en inglés.

Por ponerle pegas, que las tiene, en una biblioteca puedes leer un montón de libros, los cuales están en su mayoría sin traducir al castellano. No es un problema para mí, pero me pareció muy feo que estuviese todo traducido menos eso que eran textos con humor. Es como pagar lo mismo por mucho menos. Se puede entender que no se grabe el audio en castellano, pero que se dejen unos cuantos textos sin traducir, así como alguna imagen que otra...

En Internet muchos se quejan de un detalle de la historia, pues dicen que no tiene sentido, que sale de la nada esa explicación, etc. No sé qué tipo de juego creían que estaban jugando, pero es una comedia en todo momento y el juego se ríe de sí mismo. Un juego con una historia absurda tendrá giros absurdos y un final absurdo. No sé qué esperaban esos que se quejan, pero yo no lo vi un problema y me pareció genial en todo caso. Incluso se podría tomar por un guiño al final de Monkey Island 2 (no destripé nada, tranquilos).

En fin, que el que quiera jugar a una buena aventura gráfica, aquí la tiene. Con todo el gusto de las antiguas, aunque algo facilona.

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